La respiración Kapalabhati es un ejercicio respiratorio o técnica de Pranayama que facilita la limpieza de las vías respiratorias y calma la mente.
Kapalabhati clarifica la mente y favorece la concentración y la calma interior. No en vano, Kapala significa "frente, cráneo" y bhati "luz, limpiar". Kapalabhati, que también se conoce como Respiración Energizante o Purificadora, es además uno de los ejercicios de purificación (kriyas) que limpia las vías respiratorias de mucosidades e impurezas y estimula el metabolismo elevando el calor corporal.
Con la respiración normal conseguimos muy poco prana,
pero cuando nos concentramos y regulamos
conscientemente nuestra respiración podemos almacenar una mayor cantidad de
energía vital y aquietar la mente. Nuestro estado de ánimo se refleja en la
forma en la que respiramos, de tal manera que aprendiendo a controlar la
respiración, controlaremos nuestro estado anímico.
La técnica de
respiración Kapalabhati se caracteriza por una inspiración profunda con el
abdomen relajado y una espiración forzada en la que los músculos abdominales se
contraen activa y rápidamente empujando el diafragma hacia los pulmones como si
tratáramos de provocarnos la tos.
Las
exhalaciones-inhalaciones realizan una limpieza sobre los pulmones y en general
sobre todo el sistema respiratorio, mientras que la retención provoca un
incremento de la energía a nivel general.
Procedimiento
Siéntate con las
piernas cruzadas, con la espalda recta y los ojos cerrados. Haz dos
respiraciones profundas como preparación para Kapalabhati. Después de la última
respiración profunda:
1.- Contrae los músculos del abdomen
rápidamente, haciendo que el diafragma se mueva hacia la cavidad torácica (hacia
arriba) y expulsa por la nariz el aire forzadamente, de golpe.
2.- Relaja los músculos del abdomen
permitiendo que el diafragma descienda a la cavidad abdominal y realiza una
inhalación pasiva sin forzar.
3.- Repite el bombeo rápidamente.
Inhalación pasiva y expulsión enérgica del aire por la nariz se suceden
continuamente. Al finalizar el bombeo haz dos o tres respiraciones profundas
hasta que el ritmo respiratorio se tranquilice, exhala completamente hasta que
no quede nada de aire en los pulmones y a continuación inhala unas tres cuartas
partes de tu capacidad pulmonar reteniendo el aliento. Durante la retención
lleva toda la energía al punto situado en el entrecejo, Ajna Chakra, donde puedes
visualizar un punto de luz brillante.
La expulsión del
aire es activa, rápida y sonora. Para
comenzar, práctica tres series de 20-30 bombeos cada una y gradualmente ve
aumentando hasta hacer series de 50- 100 bombeos.
El aumento de
los bombeos debe ser gradual, a razón de diez por semana en cada serie, para
que nuestro organismo se adapte al ejercicio. Entre cada vuelta introduce una
retención de aire de 50-60 segundos sin que ésta se haga incómoda. Este
ejercicio activa el sistema nervioso central y autónomo por lo que se aconseja
su práctica en la primera hora de la mañana. No es bueno practicarlo por la
noche, antes de acostarse, ya que provocará un aumento de energía a nivel
general que podría dificultarnos la conciliación del sueño.
No es
aconsejable comenzar este ejercicio hasta haber practicado la respiración
alterna (Anuloma viloma), ya que es importante dominar el movimiento natural el
diafragma para empezar a realizar los bombeos que exige la práctica de
Kapalabhati. Además es también esencial dominar la respiración abdominal: respirar
relajando los músculos abdominales, dejando que el abdomen suba suavemente, en
el momento de la inhalación y permitiendo que baje con la exhalación.
En algunos
casos, la primera vez que se practica este ejercicio, puede provocar una ligera
sensación de mareo. En caso de que esto suceda, se recomienda detener la
práctica de inmediato y tumbarse boca arriba savasana.
Beneficios
físicos y mentales
Este ejercicio
tiene, entre otros, los siguientes beneficios:
1. Limpia
el pasaje nasal, pulmones y todo el sistema respiratorio, evitando infecciones
y haciendo desaparecer la congestión bronquial.
2. Fortalece
y aumenta la capacidad de los pulmones y músculos intercostales (caja
torácica).
3. Ayuda
a drenar los senos y a eliminar el exceso de mucosidad acumulado.
4. El
aporte adicional de oxígeno alimenta la sangre y facilita la expulsión de
anhídrido carbónico por las exhalaciones activas.
5. El movimiento del
diafragma y las contracciones abdominales masajean el estómago, hígado, bazo,
corazón y páncreas, activando el flujo sanguíneo en los mencionados órganos.
6. Se
fortalecen los músculos abdominales y se mejora la digestión.
7. Kapalabhati
refresca y revigoriza la mente. Activa la energía del prana en nuestro
organismo.
8. Lleva
a un mayor estado de conciencia como resultado del incremento de sangre que
trasporta al cerebro.
9. Las
contracciones rítmicas del abdomen incrementan la circulación de la sangre,
desde el abdomen hacia el corazón, aumentado la fuerza del latido cardíaco. De
este modo, todos los órganos abdominales resultan estimulados.
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