Om (también Aum,) es uno
de los más sagrados de los mantras del hinduismo. Simboliza el divino Brahman y el universo entero. También se le denomina omkara (‘sílaba om’)
Esta sílaba es también llamada la Udgitha o el pranava antra (‘oración primordial’), pues es considerada por los
hindúes el sonido primordial, origen y principio de la mayoría de los mantras.
El OM es el símbolo de lo esencial en el hinduismo. Significa unidad con lo supremo, la combinación de
lo físico con lo espiritual. Es la sílaba sagrada, el primer sonido del
Todopoderoso, el sonido del que emergen todos los demás sonidos, ya sean de la
música o del lenguaje.
En los Upanishad esta sílaba sagrada aparece como un sonido místico considerado por las
escrituras como la verdadera base de cualquier otro mantra sagrado (himno). No sólo es el sonido del origen sino también el del
fin. El pasado, el presente y el futuro están todos incluidos en este único
sonido e incluso todo esto trasciende la configuración de tiempo que está
implícita en el om.
En la
tradición hindú, el poder de la práctica del ritual de la repetición sincera y
sistemática, hecha con devoción, puede traer los siguientes resultados:
1) Elimina todos los obstáculos de la vida espiritual,
como: enfermedad física y mental, pereza, duda, sed de placeres sensoriales,
pesar, etc. El control de los sentidos y las pasiones viene naturalmente.
2) Despierta las impresiones espirituales latentes por
el poder de la asociación con el mantra.
3) Purifica la mente
4) Aumenta el poder de concentración
5) Desarrolla la comprensión espiritual interior
6) Intensifica la devoción por Dios
7) Acrecienta el anhelo por la visión de Dios
8) Conduce a la realización espiritual
El nombre de Dios es un mantra. La palabra mantra
significa “aquello que salva al alma a través de la repetición”. Salva, libera
de la ignorancia de nuestra verdadera naturaleza que es Divina. El mantra es una fórmula espiritual. Puede consistir
de una o varias palabras. Contiene poderosos pensamientos espirituales en forma
condensada.
Repitiéndolo sinceramente, uno realiza su naturaleza
Divina. Tiene poder. Basta hacer el experimento para comprobarlo.
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