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Hatha Yoga: desarrollo de la clase



La clase de hatha yoga dura 90 minutos. Se encuentra dividida en cuatro fases y se realiza en un orden concreto:

1. Tonificación o calentamiento
Consiste en una serie de ejercicios destinados a preparar el cuerpo para los asanas o posturas clásicas de yoga.  Por medio del calentamiento evitamos tensiones excesivas y molestias en los músculos que nos impedirían, después, mantener los asanas.


2. Asanas



Asana significa sentarse o estar, es decir, permanecer en una postura, sincronizando respiración y movimiento, y no movimiento y respiración, como ocurre en la gimnasia. Los asanas deben cumplir tres requisitos:






I. Inmovilidad en el asana: Una vez conseguida la postura, permanecemos inmóviles, trabajando la estructura física.

II. Mantenimiento del asana: Inmóviles, mantenemos el asana desde la atención en la respiración, conscientes de los movimientos de inhalación y exhalación, intentando no aferrarnos a los pensamientos, sin distracciones. El mantenimiento estático produce un estiramiento controlado, de tal forma que fortalecemos, revitalizamos y tonificamos los músculos, alargándolos y dotándolos de mayor flexibilidad, a la vez que tratamos de liberarlos de tensión. Desbloqueamos y mejoramos el flujo sanguíneo, fortaleciendo músculos, nervios y huesos. Experimentamos así una sensación de vitalidad y buen tono muscular.

III. Relajación: Una vez que hemos logrado una estabilidad en la postura debemos intentar, manteniéndonos inmóviles, relajarnos lo más posible. Para ello trabajamos mental y físicamente, desarrollando la concentración a base de recorrer mentalmente el cuerpo, aprovechando la exhalación del aire para relajarnos cada vez más.

3. Pranayama
Prana significa aliento de vida, energía, fuerza, primera respiración.
Trabajaremos siempre la respiración desde la conciencia. Al controlar la respiración controlamos y moderamos el flujo del pensamiento, ya que consideramos que el flujo respiratorio está en conexión con el flujo y el ritmo del pensamiento. Pranayama es el control de la inhalación, de la exhalación y de la retención.
Por el control respiratorio aquietamos la mente, mejoramos la circulación sanguínea, tonificando el corazón y tranquilizamos el sistema nervioso central.


Las respiraciones básicas en Yoga son:

I. Respiración abdominal: El aire que entra por la nariz se dirige a la cintura abdominal, y de ella, de nuevo, es expulsado por la nariz.

II. Respiración intercostal : El aire, desde las fosas nasales, se dirige a la cintura diafragmática e intercostal para salir de nuevo por la nariz.

III. Respiración clavicular: La entrada de aire se dirige de la nariz a la cintura escapular, zona superior del pecho, clavículas, hombros y trapecios, el aire es posteriormente expulsado por la nariz.
Estas tres respiraciones encadenadas forman la respiración completa o respiración yóguica.

4. Relajación final
Por medio de la relajación final distribuimos la energía acumulada en el cuerpo durante la tonificación y las posturas.


La relajación se realiza tumbados en el suelo en la postura de Savhasana. Se relaja el cuerpo desde los píes a la coronilla de forma dirigida, nombrando y relajando dedos, píes, piernas, abdomen, pecho…, haciéndonos conscientes de su existencia y relajación, para quedarnos atentos, quietos, flojos, sin dejarnos atrapar por los pensamientos.
La práctica de la relajación nos lleva a un estado interior de bienestar psicofísico y culmina una clase, dándole una dimensión de paz interior y apertura a la realidad de nuestra vida que nos espera inmediatamente fuera. 

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